Fallos típicos por dilataciones, humedad y polvo. Cómo identificarlos y qué hacer antes de llamar al técnico.
¿Tu persiana funciona perfectamente en invierno… pero en verano se atasca, baja mal o parece que se queda encajada sola? No estás solo: este tipo de averías estacionales son más comunes de lo que parece, aunque muchas veces pasan desapercibidas… hasta que dejan de funcionar del todo.
En Persianas Tosa llevamos más de 25 años resolviendo estos “misterios del verano”, y aquí te contamos las causas más raras —pero frecuentes— de bloqueos por calor, y qué puedes hacer antes de tener que llamar a un técnico.
☀️ ¿Por qué el calor afecta al funcionamiento de las persianas?
Durante el verano, las persianas están sometidas a temperaturas muy elevadas que afectan directamente a sus materiales y mecanismos. Estos son los problemas más comunes que detectamos cada año:
🔧 1. Dilatación de ejes y guías laterales
El aluminio, el PVC e incluso el acero se dilatan con el calor. Esta expansión puede provocar que:
- Las lamas rocen entre sí o con las guías laterales.
- El eje se desplace ligeramente y afecte al enrollado.
- Se escuche un ruido metálico al subir o bajar.
¿Qué puedes hacer?
☑️ Baja la persiana hasta la mitad y vuelve a subirla con suavidad.
☑️ Espera a que la temperatura baje (tarde o noche): si entonces funciona, es dilatación.
☑️ Evita forzarla cuando está caliente: puedes agravar el problema.
💨 2. Polvo y suciedad en las guías
El polvo acumulado durante primavera y verano —sobre todo en zonas costeras o con viento— puede mezclarse con la humedad y formar una capa que frena el movimiento de las lamas.
Síntomas típicos:
- Subida entrecortada.
- Atascos puntuales, sobre todo al principio del recorrido.
- Ruidos secos o chirridos.
¿Qué puedes hacer?
☑️ Usa un pincel o brocha fina para limpiar las guías.
☑️ Sopla o aspira con cuidado los laterales.
☑️ Nunca uses grasa sin saber: puede atrapar más suciedad.
💧 3. Humedad ambiental y dilatación del PVC
Las persianas de PVC son más vulnerables a los cambios de temperatura y humedad. Cuando hace calor, se reblandecen ligeramente y pueden perder rigidez.
Síntomas típicos:
- Lamas que “bailan” o no bajan alineadas.
- Dificultad para que encajen bien en el recogedor inferior.
- Sonido de crujido leve al moverse.
¿Qué puedes hacer?
☑️ Evita dejarlas totalmente bajadas durante el día.
☑️ Sube y baja la persiana cada mañana para mantener su forma.
☑️ Si el problema persiste, un cambio de lamas puede ser la solución más eficaz.
🧰 4. Recogedor dañado o cinta reseca
El calor reseca la cinta, haciéndola más rígida o incluso cuarteada. También puede afectar al recogedor interior, que sufre más cuando la persiana se fuerza.
Signos de alerta:
- Tirones fuertes al subir.
- La cinta se enrolla mal o se queda fuera del recogedor.
- Se “escapa” al soltarla.
¿Qué puedes hacer?
☑️ Lubrica ligeramente la polea si tienes acceso.
☑️ Comprueba si la cinta está agrietada.
☑️ Si ves desgaste, no esperes al otoño: cambiarla ahora evita que se rompa del todo.
🛠️ ¿Cuándo llamar a un técnico?
Aunque algunos problemas se pueden detectar y prevenir, si la persiana ya no sube o baja con normalidad, es momento de llamar a un profesional.
En Persianas Tosa ofrecemos:
- Reparaciones urgentes en verano.
- Sustitución de lamas, cintas y recogedores.
- Ajustes por dilatación.
- Asesoramiento para motorizar si el sistema está muy deteriorado.
📍 Trabajamos en toda el área de Barcelona y alrededores, con más de 25 años de experiencia.
✅ En verano, presta atención a los pequeños fallos
Lo que empieza como un simple roce o atasco puede acabar en una avería total. Con una revisión visual y un poco de mantenimiento, puedes evitar molestias innecesarias.
📞 ¿Tienes dudas? Contáctanos sin compromiso.
En Persianas Tosa te asesoramos para que tus persianas funcionen bien todo el año, haga el calor que haga.





